Curvas peligrosas
Pues ya amaneció lloviendo y bastante gris el día, así que muy bien del todo se veía que no iba a acabar. Desde el domingo pasado, 20 de noviembre de 2011, el camino atraviesa un tramo de concentración de accidentes, y cada uno pensará lo que quiera, pero yo creo que va a subir el índice de topetazos de aquí a que sea efectiva la toma de posesión. Ojalá me equivoque y no acabemos peor de lo que estamos.
Y siempre me encanta disfrutar de cada paso, saborear la vida y ver el lado más cálido de cada instante, pero es hablar de política y todo se vuelve menos intenso, menos verdadero. La mentira se viste de gaviota esta vez, y nos sobrevuela a todos con más cara de buitre que de otra cosa.
Seguiremos buscando, hasta debajo de las piedras, de las que ahora más nos van a poner en el camino para tropezar; buscaremos la poca esperanza que quede, esperanza de la que no hace recortes en la enseñanza, de la que cuida al prójimo y no lo discrimina en cuanto flaquea un poco, de la que ayuda a soñar con un futuro de todos los colores, y tan llano y confortable como un valle repleto de flores.
Agarraos que vienen curvas...
Besos,
Nunca hay que perder la esperanza ni aunque de política se trate. Todo tiene su fecha de caducidad, y aunque acabemos de adquirirlo, en 4 años podemos pasar de nuevo por el super a elegir qué nos interesa.
ResponderEliminarMientras tanto... aguantar.
Gran texto!
A ver si podemos echar por la borda la esperanza, pero la aguirre nada más! Gracias por tus comentarios!
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