Escuchen los pasos que vienen...



No siempre cuando se camina se va mirando los pies, en ocasiones, se lleva la cabeza bien alta. No es el caso del presidente del gobierno que tenemos hoy día en España. Tampoco de ninguno de los miembros del mismo, o de la gran mayoría de farsantes que se dedican a la política que a día de hoy está acabando con el futuro por el que lucharon nuestros antepasados.

Sí que es el caso, por el contrario, de muchos trabajadores a los que les ha sido arrebatado su trabajo, el jornal por el que tanto han luchado día a día. Que nunca bajen su cabeza. También es el caso de todos los jubilados que después de trabajar tantos años y merecer un descanso pacífico, ven como tienen que vigilar que la gripe ni les roce por miedo a no poder pagar ni una aspirina. Que se sientan orgullosos de lo vivido.

También es el caso del médico, que tras haber estudiado años y años, se ve en la calle, o sin la posibilidad de seguir salvando vidas porque no tienen un puesto de trabajo para él, o este gobierno no se encarga de pagar una clínica para que así pueda ayudar, a aquel bombero, que se vio atrapado en un incendio y acabó herido; aunque quizás no hubiese llegado hasta ahí, si tampoco hubiesen recortado a los que nos salvan las vidas y hubiese personas suficientes para atender las urgencias, los incendios que nos asolan...y así nuestros bosques no estarían tan negros como están este verano, tan negros como el futuro que están tejiendo para todos nosotros.

Pero con la cabeza bien alta, podremos ver algún rayo de sol entre tanta nube, podremos intentar parar tanto pisotón de unos pocos ricos que intentan empobrecer a la mayoría. Con la mirada al cielo leeremos las frases de ánimo a los mineros que salieron de los más hondo de la tierra a luchar por lo que nos da la vida a todos, veremos con claridad todas las manos alzadas pidiendo justicia, pidiendo paz para los atormentados y no más robo de lo que nos pertenece por derecho, no más violación de nuestra dignidad.

Con la cabeza bien alta avanzaremos juntos llenando todas y cada una de las calles de este país, hasta conseguir echar a quien nos quiere encerrar por siempre, y llegar al fin a caminar libres.


Y tantos daños que no quise hoy nombrar, tantas brutalidades que han hecho como si nada fuese a pasar...que solo puedo soñar con encontrar el camino a un mundo de verdad, justo.



Besos,

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