Cuesta arriba, cuesta abajo
Subir, muy alto y mirar alrededor, hacer una pequeña parada y seguir subiendo. Alcanzar la cumbre, y pensar...pues ya está, ¿increíble no? 23 años para esto...y ya está, era así de sencillo. Seguir aprendiendo. Respirar hondo, sentir colores, encontrar formas, pisar dolores, ver sin sentir y sentir sin ver. Tener mis raíces bajo mis pies, imaginar situaciones desconocidas e intentar sentir lo que otros sintieron en ese mismo lugar no hacen pocos años. Luego bajar, resistir a la pendiente, hacer fuerza y ver que el camino de vuelta era más bonito que el de ida, y saber que siempre habrá un camino que suba, y otro que baje, uno que suba, otro que baje, y otro que suba...y siempre estaré andando.
Y si vienes sólo por verme, te llevaré hasta las nubes...
PD: (Peñón de Peñarroya - Pueblonuevo, Córdoba. 775 m aprox.)
Besos,
Ójala siempre hubiera una subida después de cada bajada ;).
ResponderEliminarQué bonito! Saludos http://loscafesdeaveria.blogspot.com/